miércoles, 5 de enero de 2011

- ¿Hola?

Hoy me he despertado y, ahí estaba,
mi llamada perdida de los buenos días,
Siempre está ahí, y cuando no está,
me preocupo.
A veces paso horas y horas preguntándome si...
debería llamarte. Pero nunca lo hago...
Me da miedo que tu voz ya no sea la misma,
me da miedo que tus respiraciones me agobien
y me asfixie sin saber cómo respirar.
Me da miedo que suenes indiferente.
A veces pienso que estás intentando olvidarte de mi.
A veces echo de menos tu habitación,
A veces... se me apaga el cuerpo,
se me apaga la mente,
se me apaga el alma...
Y me quedo horas...
mirando un punto fijo...
Deseando que aparezcas.
Pero nunca lo haces,
Ningún mensaje,
ninguna señal de que sigas vivo...
Y yo no puedo parar de creer que la guerra
sólo fue guerra para mi.
Sólo es guerra para mi.
Soy yo luchando contra un cristal, una pantalla.
Soy yo luchando por conseguirte,
pero dime la verdad,
¿Tengo posibilidades de hacerlo?
No, ¿cierto?
Agobia sentir dos cosas al mismo tiempo.
Agobia que tu corazón divida en dos su opinión,
pero lo más agobiante
es que la mente no ayuda en nada.
Agobia saber que...
Que tu compañero de viaje tiene otro nombre
otra cara
y otro cuerpo
que no son los míos.
Sigo en pie, con el arma en la mano,
delante de mi pantalla,
esperando la guerra.

2 comentarios:

  1. (:
    Si quieres ser la muy más mejor guerrera del mundo, nunca jamás de los jamases puedes dar esa guerra por perdida, aunque lo parezca.
    Bonita entrada.
    Por cierto, en la guerra y en el amor, todo vale!

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